EL PROPÓSITO DEL VERANO
Existen dos fechas clave en cuanto a las proposiciones de cambio que las personas solemos plantearnos a lo largo del año. Estas son el inicio del verano y el día 1 de enero.
De esta última poco hay que decir. Cerramos un ciclo de forma natural en el calendario y en el inicio del nuevo ciclo se nos suelen ocurrir un sinfín de propuestas para mejorar los aspectos más desfavorecidos de nuestra vida: Ganar más dinero, conseguir un nuevo trabajo, mejorar nuestras relaciones, etc. La o las propuestas que elegimos, serán de lo más variopintas, dependiendo de las circunstancias de cada uno.
Sin embargo, en la fecha del inicio del verano suele ser más uniforme nuestra elección y sin riesgo a equivocarnos, la mayoría de ellas está relacionada con el buen tono físico y muscular. Apuntarse al gimnasio suele estar a la cabeza. Sabemos que tenemos que enseñar cuerpo y eso nos empuja a proponernos la mejoría en ese aspecto.
Centrándonos únicamente en las propuestas físicas que nos hacemos, es cierto que ese primer impulso al iniciar la «estivalidad», suele verse relegado en el tiempo. No en vano, es en septiembre cuando más aumentan las inscripciones en los centros deportivos.
APUNTARSE AL GIMNASIO
Y es que nuestra intención es buena. La hacemos con convencimiento, seguros de ello, enfocados… Frases como “Este año me apunto al gimnasio sí o sí…”, “Ya me lo contarás el año que viene por estas fechas…” o “Qué te apuestas…” suelen salir de nuestras cavidades bucales más de lo que la prudencia aconsejaría. “Asín” somos…
Pero es evidente. Nos volvemos sedentarios y después nos cuesta mucho hacer frente a la proposición que nos hicimos. La endiablada comodidad de nuestro sofá, unido a los colorines de la televisión y una buena bolsa de guarrerías, son una combinación muy poderosa y tenaz; además de un influyente enemigo al que es muy difícil combatir.
Quiero suponer que con el transcurrir de las semanas, la afluencia a los gimnasios de todas aquellas personas con su proposición en todo lo alto, irá disminuyendo paulatinamente… Poder conjugar la rutina diaria habitual con una nueva actividad, suele ser complicado. Además, las afiladas garras del sedentarismo siempre siguen afiladas, en pos de capturarte en ellas una vez más…
CUMPLIR NUESTROS OBJETIVOS
Solemos lanzar al viento estas proposiciones de verano, pero no cómo un objetivo personal e interno, sino más bien como una forma de reafirmarnos. Las publicitamos, muchas veces sin sentido, y no sé si para forzarnos mediante el orgullo a cumplir lo dicho ante los demás, o como simple herramienta de alarde social.
En El Gato limpieza queremos cumplir nuestros objetivos, queremos mejorar y prosperar… Por eso, cuando vayamos a plantearnos proposiciones de temporada, como apuntarse al gimnasio; vamos a hacerlo de una forma queda, muda y silenciosa. Estudiando previamente los pros y los contras, las ventajas y los inconvenientes que conllevará, el tiempo del que debemos disponer, el dinero que nos va a costar, etc.
Haciéndolo de forma interna y reflexionada, pero sin crear una noticia de ello. Sin grandes titulares ni luces de neón. Sin hacer ostentación de ello. Simplemente, diciéndonoslo a nosotros mismos. Estamos convencidos que de esta forma existen muchas más posibilidades de que nuestra proposición del verano se convierta en un objetivo cumplido.
Al fin y al cabo, a quien realmente tenemos que justificar las cuentas es a nosotros mismos.
Y si no cumplimos, al menos, no seremos víctimas del escarnio del respetable…