HOMBRES Y MUJERES
Podrán decir lo que quieran… Querrán imponernos a capón, no sé en base a qué tipo de moderno baremo, que somos iguales. Intentarán homogeneizar dos seres absolutamente diferentes, pero olvídate. Hombres y Mujeres no somos iguales.
Y esa es la grandeza del asunto. Desde nuestro punto de vista y dado que la Mujer dejó las labores del hogar para incorporarse al mundo laboral, la única igualdad sobre la que hay que trabajar es en el ámbito social. Respeto, igualdad de oportunidades, equiparación de remuneraciones, no discriminación por razón de sexo, y otras muchas cuestiones que la pura lógica nos muestra como evidentes.
Todo lo demás, patrañas…
El mundo históricamente ha sido un patriarcado. Erróneamente, el Hombre ha acaparado los puestos de poder y ha relegado a la Mujer a la labor; no poco importante, pero sí poco reconocida, del cuidado, limpieza del hogar y de la crianza de la progenie. Esa visión equivocada es la que ha provocado esa desigualdad, que pensamos, únicamente puede salvarse con la educación y no, como quieren imponernos, a base de erradicar las distinciones que nos definen como Hombres y Mujeres.
LA MUJER. LA MADRE
Idealmente, el cuidado y educación de los hijos o hijas (se ha llegado al punto de que hay que puntualizar el género en cada frase), debe realizarse por los dos progenitores. Y eso es debido a que las diferencias a las que hacíamos alusión son absolutamente complementarias y básicas en una correcta educación. Y decimos la idealidad, puesto que este mundo de locos, nos ha impuesto que a nuestros hijos los críen, normalmente y por cuestiones de tiempo, personas diferentes a sus padres.
Comparativamente, los Hombres son más racionales, más viscerales, más directos, con capacidades cerebrales más compartimentadas, más simples en muchos casos…
Las Mujeres, más sensibles, más intuitivas, más cariñosas, con conexiones cerebrales más interconectadas, más organizadas, más complejas…
Ayer celebramos el día de la Madre y desde El Gato Limpieza, queremos homenajear tan importante figura. Dadora de vida y amor. Entidad insustituible que nos cobija, ampara y ama hasta el último minuto de su vida. Ser predispuesto a dar, dar, dar, sin esperar reciprocidad en el proceso.
Brindamos por todas las Madres del mundo que, como Mujeres, tenéis vuestros pros y vuestras contras, vuestras fortalezas y debilidades, vuestras grandezas y miserias; pero, al fin y al cabo, sois el complemento perfecto para ese pobre diablo llamado Hombre.
Madres y Mujeres. Os queremos. No cambiéis por favor…