¿Gestionas una piscina pública, un spa o un centro deportivo de cualquier tipo? Si es así, será mejor no tener que vértelas con un inesperado brote de legionela, legionelosis o enfermedad de los legionarios. Y es que bastan unas duchas comunes para dar pie a un siempre inoportuno brote de legionela.
Ya dice bien claro el Instituto de Salud Carlos III lo que es la legionelosis (o legionela, antes que legionella): una enfermedad de origen ambiental que se transmite al ser humano a través de aerosoles de agua contaminada con la bacteria Legionella pneumophila. Lo que debes recordar es que pese a habitar naturalmente en aguas superficiales como lagos, ríos y estanques, desde estos puntos naturales la bacteria tiende a colonizar diversos sistemas de agua artificiales como son los abastecimientos de agua de las ciudades. El control de legionela se hace entonces indispensable para quienes gestionáis recintos deportivos con un alto nivel de exposición a esta bacteria.
¿Por qué en un centro deportivo sin piscinas ni spa? Porque por desgracia, la bacteria que provoca la legionela se encuentra a sus anchas, o como en casa -por decirlo así- en los sistemas de agua sanitaria, caliente y fría.
LA LEY ES CLARA: SI TIENES UN CENTRO DEPORTIVO, PRESTA ATENCIÓN
La legionela se encuentra cómoda en el agua, y es en el agua, sobre todo caliente, donde prolifera hasta ser dañina para el ser humano. Spas, duchas de vestuarios y bañeras de hidromasaje son espacios donde ésta bacteria es potencialmente nociva.
La mejor estrategia para estar tranquilo es realizar un correcto tratamiento de prevención contra la legionela, que además es de obligado cumplimiento ( Según el Real Decreto 865/2003 que establece las medidas higiénico- sanitarias necesarias para la prevención y el control de legionela en instalaciones como gimnasios y Spas).
El primer punto a destacar es, por tanto, la necesidad de realizar un control de legionela si no queremos acabar empapelando nuestro gimnasio a base de multas. Además, por supuesto, de la salud de nuestros clientes.
¿ES TAN DÍFÍCIL QUE UNA INFECCIÓN TENGA LUGAR?
En realidad no. No resulta extraño (y si alarmante) que confluyan tan fácilmente las circunstancias perfectas para que tenga lugar un brote de legionela, y de ninguna manera queremos que nuestro gimnasio se convierta en el escenario perfecto para albergar la esperada secuela de Doce monos.
Según publica Engartze Ortueta (Programa de legionela en Vizcaya), para producirse una infección en humanos, a la bacteria de la legionela le basta con encontrar cierta concentración de agua y las siguientes condiciones:
- Que la bacteria entre en la instalación interior de agua para el consumo humano.
- Que se multiplique hasta conseguir el número suficiente.
- Que se disperse en el aire.
- Que la especie de la bacteria (hay varias) sea nociva para nosotros los humanos.
- Que éstas se introduzcan en las vías aéreas.
- Que vayan a dar con personas susceptibles a su acción.
Respecto de éste último punto, ser hombre, mayor de 60 años, fumador y consumidor asiduo de alcohol y con afecciones respiratorias crónicas como bronquitis o asma -incluso sufrir otras enfermedades como la diabetes- es el perfil para sufrir un brote de legionela.
Nuestro consejo: no acomodarnos si nuestros usuarios no encajan con ese perfil porque en realidad, todos estamos expuestos en cierta medida a un brote de legionela.
CÓMO PREVENIR UN BROTE DE LEGIONELA
Toma buena nota ya que no son pocas las precauciones a tomar para prevenir un posible brote de legionela. Y como recomendación definitiva, no dudes contratar la ayuda de un servicio profesional que garantice la supervisión de:
- Sistemas de agua caliente y fría.
- Torres de refrigeración y condensadores evaporativos.
- Bañeras de hidromasaje y fuentes de aguas termales.
- Fuentes y aspersores.
- Humidificadores ambientales.
- Y en general toda instalación que utilice agua y produzca aerosoles.
¿Brote de legionela? No en mi centro deportivo, gracias.
TRES FASES: PARA TU TOTAL TRANQUILIDAD
Y para acabar, la solución más efectiva al problema: un sistema de prevención de la legionela dividido en tres fases para el control de los brotes de legionela y que garantizamos a todos los clientes que nos confían este trabajo:
- En primer lugar, controlar la vía de entrada del agua y controlar su concentración de cloro residual para que se garantice su calidad microbiológica.
- Después resulta necesario hacer una correcta limpieza y desinfección de la entrada de agua para evitar la presencia de nutrientes para la legionela.
- Por último, ponemos el foco en las medidas oportunas de cara a evitar o disminuir su aerosolización, controlando la generación y el vertido de aerosoles en el ambiente.
Aún así y si quieres saberlo todo sobre la legionela, el Ministerio de Sanidad tiene a disposición del publico una completa guía para la Prevención y Control de la Legionelosis en instalaciones de cualquier tipo.
¿PODEMOS AYUDARTE?
Leer este artículo es el primer paso para no jugártela con tus clientes. Tan solo solicítanos una visita sin compromiso a tus instalaciones y elaboraremos un informe sobre un mantenimiento integral contra los brotes de legionela.
Puedes contactar con nosotros llamando al 635 389 003 o si te resulta más cómodo, vía email contándnos tu caso a info@elgatolimpieza.com.