EL GIMNASIO Y SU LIMPIEZA
Un gimnasio o centro deportivo, ha de ser con obligatoriedad, un derroche de limpieza y pulcritud.
Cualquier sitio de tránsito público debiera serlo; pero la actividad que se desarrolla en los gimnasios aumenta notablemente el riesgo de transmisión de enfermedades. Al fin y al cabo, un gimnasio es un lugar cerrado, lleno de personas que sudan y que comparten máquinas y utensilios.
Por una lógica higiénica, son lugares en los que los trabajos de limpieza han de tratarse con un especial rigor y alcanzar unos índices de eficiencia; que garanticen la salud de las personas que los visitan. Sería paradójico ir al gimnasio a mejorar la salud (que es de lo que se trata), y perderla…
Son, valga la exageración, una bomba de relojería de virus y bacterias que pueden derivar en resfriados, gripes, afecciones en la piel u otras enfermedades; salvo, por supuesto, que la limpieza y desinfección sean las correctas.
ZONAS DE LIMPIEZA DEL GIMNASIO
La limpieza del gimnasio comienza definiendo las dos zonas más importantes y que marcarán los trabajos a realizar en cada una de ellas: Zona de actividades comunes y vestuarios.
Las zonas de actividades comunes son aquellas salas en las que se practica cualquier tipo de actividad deportiva. Así, tenemos salas de fitness, crossfit, yoga, pilates o salas de musculación, entre otras. Requieren un especial cuidado con los suelos y con todos aquellos utensilios de uso común. Han de tratarse siempre de acuerdo a los materiales, con productos que tengan un índice adecuado de desinfección y acordes a la actividad o el uso de la zona.
Los vestuarios, al tratase de una zona muy sensible por su alto tránsito, humedad y por darse cita todos los cuerpos a pelo; requiere de tratamientos muy específicos. Se emplean productos muy enérgicos en suelos, duchas, bancos y taquillas; que sean respetuosos con el entorno, pero que garanticen una total desinfección y, por ende, la salud del personal.
Evidentemente, la limpieza del gimnasio deberá realizarse con una periodicidad adecuada a la afluencia del público que lo visite.
Dicho lo anterior, cualquiera se atreve a ir a un gimnasio… pero que no cunda la calma, como diría aquél. Ve a tu gimnasio o centro deportivo, trabaja tu cuerpo sin miedo, hazte más saludable y olvídate de zarandajas.
Los profesionales de limpieza te garantizan que sus gimnasios están higiénicamente tratados, desinfectados y olorizados; perfectamente actos para que disfrutes de la actividad deportiva que practiques. O como como diría el anterior, “to flaman”.