EL TIEMPO
A un ente abstracto, al que llamamos tiempo, hemos encargado la tarea de medir la separación entre acontecimientos. De esta manera, somos capaces de crear una ordenación de sucesos que asumimos en pasado y futuro.
Es considerado una magnitud física, ya que podemos medirlo; pero su concepto es de tal complejidad que, intenta ser explicado desde la filosofía o la metafísica. Si es relativo o absoluto según se entienda desde mecánicas clásicas o relativistas…, el movimiento, el espacio, el observador…, si el presente es una u otra cosa…
Suscita preguntas tan complejas, que la ciencia, le pese a quien le pese, no puede llegar a comprender. Con el tiempo, pasa lo mismo que con otros muchos fenómenos que impregnan nuestra vida. Se nos hacen entender como reales, ciertos o empíricos, pero en realidad, no son más que teorías. Por convenio, se asume una como la más aceptada, pero no eches cuentas…, simples teorías.
Y desde luego, no es una crítica. Es normal. No hay quién pueda explicar cosas inexplicables.
El tiempo es lento cuando penamos y veloz cuando gozamos. Largo en juventud y corto en senectud. Está con nosotros, pero no lo está… Lo perdemos, lo ganamos, lo estiramos… De locos…
Tan simple y tan complejo. Como la vida misma. Evento tras evento…
LA NAVIDAD
Y para evento… Navidad.
Fiesta de origen religioso, celebrada en países en los que el cristianismo haya sido parte de su cultura. Probablemente habrá quienes sigan festejando sus primigenios conceptos, pero desde mi punto de vista, hoy se trata más como la celebración del fin de un ciclo. Un año, en este caso.
Como dirían en cualquier tertulia futbolera… Fin de ciclo. Y como acaba el ciclo… Fiesta.
Es cierto que esta celebración lleva implícitos rasgos bien positivos. El amor, la reunión de las familias, la paz y las lucecitas, hacen que la navidad siga siendo un muy buen motivo de celebración; pero eso sí, el desfase es total.
Nos sometemos a una orgía de consumismo descontrolado, entregándonos a una vorágine de compras masificadas. Nos aglomeramos en la obtención de alimentos, adornos y regalos, consintiéndonos todo tipo de excesos. Tela…
Lógico es que, tras el desmelene de fin de ciclo, la mayoría comencemos el siguiente con un buen acto de contrición. Algunos lo hacen al pesarse, otros al mirarse al espejo y otros al acordarse de alguna noche anterior. En mi caso, cuando echo mano de la cartera…
Tan simple y tan complejo. Como la vida misma. Evento tras evento… Feliz Navidad.